Amar es tener detalles con las personas.
Amarnos unos a otros como nos mandó Jesús, exige de nuestra parte no perder de vista los detalles de amor que son los que mantienen la dinámica del amor. Los detalles que tenemos con las personas que amamos de manera especial, pero también con el prójimo en general, hacen que ese mandato de Dios siga vigente y actualizado en nosotros. Amar es tener detalles con las personas. Es verdad que el amor no es una cuestión de «detalles» solamente y no debemos vivir exigiendo a los demás que tengan detalles con nosotros, pero no es menos cierto que por medio de ellos expresamos a los demás que “los tenemos en cuenta”, los recordamos y no somos indiferentes a su presencia.
