Al recibirlo nos comprometemos a ser Eucaristía
Recibir la eucaristía es una responsabilidad enorme, y no un derecho que se adquiere luego de recibir el sacramento de la reconciliación. Por medio de la eucaristía entramos en comunión con Jesús, con su vida y mensaje, y con todos aquellos que nos consideramos discípulos. Al recibirlo nos comprometemos a ser Eucaristía, es decir, a vivir conforme al mensaje de Jesús. Hay muchas personas que no se acercan a la Sagrada Comunión pero viven el mensaje de Jesús. Se alimentan de la Palabra de Dios y también son discípulos del Maestro.
(Jn 6, 51-59)