El miedo no nos acobarda porque nuestra confianza está en Él
La experiencia de caminar siguiendo al Buen Pastor es un signo de confianza, de esperanza y amor. Nadie que no tenga confianza en otra persona va detrás siguiendo sus pasos. Seguimos a Jesús, y si pasamos por «oscuras quebradas», el miedo no nos acobarda porque nuestra confianza está en Él. Es un experiencia de esperanza porque vamos detrás de una promesa; «Donde yo esté, estarán también ustedes». Y, finalmente, es una experiencia de amor porque el vínculo que existe entre nosotros y Jesús está fundado en la gratuidad del Amor de quien nos llama por nuestro nombre.
(Jn 10, 1-10)