¿Te has preguntado alguna vez qué piensan los demás cuando te oyen hablar? ¿Qué transmiten tus palabras? ¿Qué mensaje reciben de ti al oírte hablar? Aunque nos parezca extraño, lo que decimos, pero sobre todo la manera en que lo hacemos, revela mucho de nosotros. Podemos engañar y mentir cuando decimos algo, pero lo que dejamos en el espíritu de los demás nos delata. Puede pasar que muchas personas no se animen a decirnos lo que realmente trasmitimos al hablar, pero sin lugar a dudas que no creen siempre todo lo que les decimos. Las palabras verdaderas y sinceras, esas que salen de lo más profundo de nuestro ser, de ese centro auténtico que hay en nosotros, siempre dejan paz, serenidad y consuelo en el corazón de los demás. Si los demás prestaran más atención a lo que les decimos en lugar de quedar enredados en el mensaje que queremos darles, se darían cuenta de dónde proceden nuestras palabras; si del fondo de bondad y amor que hay en todo ser humano, o del anhelo inconsciente de aparentar, sobresalir y considerarnos mejores que ellos.
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